Conmemoramos el genocidio de 1937, construyendo puentes de hermandad.

 

El pasado Viernes 29 Fronteras de Luces efectuó una caminata-vigilia hacia la frontera dominico-haitiana con el encendido de velas. En una manifestación de hermandad y fraternidad un grupo de dominicanos de este lado de la frontera y un grupo de haitianos del otro lado demostraron que se puede convivir en armonía, respeto, amor y paz. Resaltando las cosas positivas que nos motivan la construir puentes y descartando las pocas que motivan a otros a construir muros de odio y antagonismo.

 

Frontera de Luces (o border of lights en inglés) es una organización de jóvenes de origen dominicano, entre otros, radicados en los Estados Unidos de Norteamérica, que asumió el compromiso de hacer memoria durante el mes de octubre de cada año de la masacre de miles de haitianos y dominicanos de color negro, perpetrado por el entonces dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina, en 1937, en su afán de limpiar la frontera de la presencia de nacionales haitiano.

Esta actividad, precedida de un panel en la tarde del viernes y una misa en la noche tras cuya culminación se inauguró un mural hecho en la parte frontal de la iglesia, es una de una serie de actividades que vienen

desarrollando un grupo de organizaciones dentro del marco de los 80 años de la masacre de 1937.  Durante el mes  de Septiembre y todo el mes de Octubre las ese grupo de organizaciones agota toda una agenda de actividades que incluyen tours de medios, con la finalidad de generar inquietudes alrededor de ese trágico suceso.

 

El movimiento reconocido también participó en dichas actividades, como aliados de Frontera de Luces. Esta es parte de nuestra labor de defender los derechos humanos y hacer memoria de las violaciones a ellos.

 

 

 

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