Libro Somos Quien Somos/Whe Are Who We Are

 

                                             

Speech at Ingenio Boca de Nigua, as part of the event “Diálogo de tambores,” March 17, 2022, by Ana Belique

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ENGLISH BELOW

Agradecemos la oportunidad de presentar nuestro libro en este lugar que está cargado de significados para el movimiento reconoci.do, este es un espacio emblemático no solo por ser un monumento histórico, sino por lo que representa a nivel de lucha y resistencia para los negros y negras de la isla, una historia que lamentablemente no se comenta y que la mayoría de la gente desconoce.

Como herederos y herederas del legado de Boca de Nigua al llegar a este espacio conectamos inmediatamente en el espíritu de lucha y resistencia que aquí se vivió. Donde se pretendió silenciar el grito de la libertad y el espíritu de lucha de nuestros antepasados.

En el 2010 cuando comenzamos a reunirnos como movimiento para formarnos y entender cómo actuaba la política de desnacionalización que nos está afectando, este fue uno de los lugares que visitamos y aquí comenzamos a entender las conexiones que tiene la situación actual que vivimos y el proyecto colonial de esclavitud, racista y de discriminación que aún persiste con nuevas maneras y nuevos discursos en nuestra sociedad.  Lo que vivimos hoy no es nuevo ni está aislado, pues tienen sus raíces aquí en el espacio donde hombres negros y mujeres negras fueron esclavizados hasta morir. Acallaron su voz, pero no sus sueños de ser libres.

Este libro que compartimos con ustedes hoy no es más que la extensión de la voz de esos hombres y mujeres que se alzaron en rebelión hace ya más de 500 años. 

La sangre y el sacrificio librados aquí no fueron en vano, pues nosotros somos parte de esa herencia y aceptamos estar aquí como una manera de levantar la voz de los héroes y heroínas que lucharon y murieron reclamando libertad. Ellos no pudieron contar sus historias, sus luchas están vinculadas a la nuestra, a una herencia colonial que aún persiste en nuestra sociedad.

Nos hubiera encantado presentarles hoy un libro de éxitos y logros de personas afrodescendientes en RD, pero lamentablemente no es así, este libro está lleno de historias de hombres y mujeres negros que al día de hoy siguen padeciendo por ser negros y negras en una tierra que reniega sus orígenes y solo lo revindica como parte del folclore nacional.

Estamos hoy aquí, no solo porque este espacio sea de homenaje a nuestros antepasados, sino por la imposición y el miedo a que nuestras voces se escuchen en los espacios convencionales por los grupos ultranacionalistas que pretenden infundir el miedo, acallar nuestra voz y ocultar nuestra historia. Sin duda alguna, ellos son herederos de aquellos que se beneficiaron de la esclavitud de nuestros antepasados y que al día de hoy siguen beneficiándose del trabajo esclavo de nuestros padres haitianos quienes trabajan en condiciones casi de esclavitud.

Boca de Nigua como ingenio es un espacio que concentró a cientos de hombres y mujeres traídos de áfrica, que bajo los látigos y las cadenas del amo trabajaron como esclavos hasta morir.

Nuestros padres que fueron traídos desde Haití al corte de la caña en los bateyes dominicanos viven la extensión de aquel sistema esclavista en un estado moderno. Solo es necesario asomarse a uno de nuestros bateyes y descubrir allí la realidad de vida infrahumana de tantos hombres y mujeres que dieron sus fuerzas y su sudor para endulzar la economía de este país.

Las características históricas de este lugar como espacio de lucha y resistencia se manifiestan también el batey o en los bateyes desde donde venimos cada uno de los que estamos aquí, pues a pesar de las condiciones, las necesidades y las desigualdades nos mantenemos en resistencia.

El batey es el lugar en donde los poderosos entienden que debemos estar y desde el cual no deberíamos salir, es el espacio social al cual nos han relegado sin oportunidades a trascender, pero desde allí luchamos y resistimos en contra de este sistema de exclusión.

Somos afectados por la Sentencia del Tribunal Constitucional (168/13) que refuerza las condiciones jurídicas para sumergirnos en la invisibilidad, despojándonos de derechos adquiridos como es la nacionalidad dominicana y de todo lo que de esto se desprende. Las mujeres negras, dominicanas de ascendencia haitiana, las afrodescendientes somos las principales víctimas. Juliana Dequis fue la titular de la nefasta sentencia 168-13, hoy hemos tenido la oportunidad de escuchar a Malena y su situación se sigue transmitiendo a sus hijos e hijas, Juliana y Malena son solo dos nombres de los tantos que podemos mencionar, una realidad que continuará se está transmitiendo de generación en generación.

Sabemos que este evento se presenta como un esfuerzo del gobierno para avanzar en la agenda del decenio de los afrodescendientes y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero ningún evento podrá ignorar la deuda de este ni de ningún gobierno con la invisibilidad de los afro dominicanos y más aún con la discriminación estructural que existe en contra en los descendientes de haitianos.  Las acciones recientes del estado dominicano refuerzan la idea de la blanquitud dominicana al negar la nacionalidad a personas nacidas en este país por ser hijos de haitianos.

Se refuerza la idea de la blanquitud cada vez que un policía detiene a un joven negro en la calle por perfil sospechoso, cada vez que los agentes de migración detienen a personas negras en las calles por parecer haitianos con la intención de deportarlos y peor cuando el pasado mes de octubre del 2021 este gobierno encabezó una cacería en los hospitales en contra de mujeres haitianas embarazadas y en labor de parto.

Estas mujeres somos nosotras dominicanas de ascendencia haitiana a las cuales nos han negado el derecho a tener una documentación, son nuestras hijas, son nuestras madres inmigrantes, son nuestras hermanas indocumentadas, son nuestras tías y vecinas, somos principalmente las mujeres las que sufrimos los látigos de la discriminación y el racismo que desde el estado se expande a toda la población con discursos modernos disfrazados de amor a la patria y defensa de la soberanía.

Este lugar y la rebelión que aquí se libró han sido silenciados en nuestros libros de historias, como se ha pretendido ocultar todos los rasgos heroicos que involucra a la población afro o haitiana en la historia nacional, hoy se siguen silenciando al ignorar nuestra realidad y nuestra voz como sus descendientes.

No se puede hacer un verdadero homenaje a la Rebelión de Boca de Nigua sin crear las condiciones para que negros y negras en este país sean reconocidos. Un verdadero homenaje es promover los valores y la herencia que tenemos de áfrica más allá de la güira y la tambora, la herencia africana es mucho más que eso en nosotros y nosotras.

Estar aquí hoy y hablar del decenio sin tomar acciones claras y contundentes para frenar estas situaciones que perpetúan los niveles de desigualdad de la población negra y de los dominicanos de ascendencia haitiana, será una contradicción de lo que se espera con los objetivos del decenio y la misma agenda 2030 que desde estos espacios se impulsan.

Un verdadero homenaje implica dejar de perseguir a jóvenes negros de los barrios por perfil sospechoso, es parar la politica de desnacionalización que está ejecutando al día de hoy el estado, es impedir que sigan naciendo niños y niñas en condición de apátridas por la negación al reconocimiento de la nacionalidad dominicana. 

Si este evento es una señal del interés del estado y de este gobierno a promover los objetivos del decenio y de la agenda 20-30, este evento no puede terminar sin un firme compromiso de impulsar una agenda para erradicar la discriminación y la exclusión social de los afrodominicanos ni de los dominicanos de ascendencia haitiana como se ha venido realizando hasta hoy.

Un verdadero homenaje debe implicar que el estado dominicano adopte las medidas necesarias para reducir los niveles de desigualdad existentes entre los dominicanos de ascendencia haitiana creando los mecanismos necesarios para el acceso y del goce de la nacionalidad y de la documentación de manera efectiva.

Crear un marco de legal en contra toda forma de discriminación, en virtud del artículo 39 de Constitución vigente, que además incluya regímenes de consecuencias para todos aquellos que de manera deliberada cometen el delito de discriminación.

Reconocer el derecho a la nacionalidad dominicana efectiva, para todas las personas nacidas antes del 26 de enero del año 2010, sin ninguna restricción.

Que la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional Dominicano no siga produciendo efectos sobre personas nacidas en territorio dominicano y que el Estado deje de implementar políticas discriminatorias que contraviene su propia Constitución.

Que el gobierno suspenda las deportaciones de mujeres negras embarazadas e indocumentadas, así como de personas dominicanas de ascendencia sin documentos de identidad, niños y niñas y personas ancianas.

Que los representantes de los organismos internacionales aquí presentes; exijan al Estado dominicano el respeto al derecho de la nacionalidad dominicana a las personas despojadas de la misma por la sentencia 168-13.

Requerir del Estado dominicano tomar medidas pertinentes a los fines de cesar las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos, la separación de familiares; además de abstenerse, desterrar del país a personas dominicanas de ascendencia haitiana (sean estos documentados o no).

Es el momento de hacer valer los discursos, aprovechemos el momento y hagamos efectivo el poder conferido para que los cambios sean una realidad, no podemos promover un discurso cuando en la práctica se ejecutan políticas que laceran lo más profundo de la dignidad humana.

Aún estamos a tiempo, hagamos del cambio una realidad que no excluya ni discrimine a nadie. 

Muchas gracias,

ENGLISH

We appreciate the opportunity to present our book in this place that is loaded with meaning for the Reconocido Movement. This is an emblematic space not only because it’s a historical monument but for what it represents as a symbol of struggle and resistance for the black men and women of the island, a history that unfortunately is not discussed and that most people are unaware of.

As heirs and heiresses of the legacy of Boca de Nigua, upon arriving at this space, we immediately connect with the spirit of struggle and resistance that was experienced here, where they tried to silence the cry of freedom and the fighting spirit of our ancestors.

In 2010 when we began to meet as a movement to educate ourselves and understand how the policy of denationalization that is affecting us was operating, this was one of the places we visited. Here we began to understand the connections between the current situation we live in and the colonial project of slavery, racism, and discrimination, which persists in new ways and new discourses in our society. What we are experiencing today is neither new nor isolated, for it has its roots here in the space where black men and women were enslaved to death. Their voices were silenced, but not their dreams of freedom.

This book we share with you today is the extension of the voice of those men and women who rose up in rebellion more than 500 years ago.

The blood and sacrifices made here were not in vain, for we are part of that heritage, and we agree to be here as a way to raise the voice of the heroes and heroines who fought and died, claiming freedom. They could not tell their stories. Their struggles are linked to our colonial heritage that still persists in our society.

We would have loved to present today a book of successes and achievements of people of African descent in the Dominican Republic, but unfortunately, it is not so. This book is full of stories of black men and women who today continue to suffer for being black in a land that denies its origins and only claims it as part of national folklore.

We are here today not only because this space is a tribute to our ancestors but also against the imposition and against the fear that our voices be heard in conventional spaces by ultra-nationalist groups that seek to silence our voice and hide our history. Undoubtedly, they are the heirs of those who benefited from the slavery of our ancestors and who today continue to benefit from the forced labor of our Haitian parents, who work in conditions of semi-slavery.

Boca de Nigua, as a sugar mill, is a space that concentrated hundreds of men and women brought from Africa, who, under the whips and chains of the master, worked as slaves until they died.

Our parents, who were brought from Haiti to cut sugar cane in the Dominican bateyes, live the extension of that slave system in a modern state. It is only necessary to look at one of our bateyes and discover the reality of the subhuman life of so many men and women who gave their strength and sweat to sweeten the economy of this country.

The historical characteristics of this place as a space of struggle and resistance are also expressed in the bateyes from where each of us who are here come because, despite the needs and inequalities, we remain in resistance.

The batey is the place where the powerful understand that we should be and from which we should not leave, it is the social space to which we have been relegated without opportunities to transcend, but from there, we fight and resist against this system of exclusion.

We are affected by Constitutional Court Ruling 168-13, which reinforces the legal conditions to submerge us in invisibility, stripping us of acquired rights such as Dominican nationality and everything that follows from this. Black women, Dominicans of Haitian descent, and Afro-descendants are the main victims. Juliana Deguis received the nefarious sentence 168-13. Today we have had the opportunity to listen to Malena, and her situation continues to be transmitted to her sons and daughters. Juliana and Malena are just two names of the many we can mention, a reality that continues to be transmitted from generation to generation.

We know that this event is presented as a government effort to advance the agenda of the Decade for People of African Descent and the Sustainable Development Goals, but no event can ignore the debt of this or any government to the invisibility of Afro-Dominicans and even more so to the structural discrimination that exists against Dominicans of Haitian descent. The recent actions of the Dominican State reinforce the idea of Dominican whiteness by denying nationality to people born in this country because they are children of Haitians.

The idea of whiteness is reinforced every time a police officer stops a young black man in the street for a so-called suspicious profile, every time immigration agents stop black people in the streets for looking like Haitians with the intention of deporting them, and even worse when last October 2021 this government led a hunt in hospitals against Haitian women who were pregnant and in labor.

These women are us, Dominicans of Haitian descent, who have been denied the right to have documentation. They are our daughters. They are our immigrant mothers. They are our undocumented sisters. They are our aunts and neighbors. It is mainly us women who suffer the whips of discrimination and racism that from the State expands to the entire population with modern speeches disguised as love of the homeland and defense of sovereignty.

This place and the rebellion that was fought here have been silenced in our history books, as they have tried to hide all the heroic traits that involve the Afro or Haitian population in the national history, today they continue to be silenced by ignoring our reality and our voice as their descendants.

A true tribute to the Boca de Nigua Rebellion cannot be made without creating the conditions for black men and women in this country to be recognized. A true tribute is to promote the values and heritage we have from Africa beyond the güira and the Tambora. The African heritage is much more than that in us.

Being here today and talking about the Decade of People of African Descent without taking clear and forceful actions to curb these situations that perpetuate the levels of inequality that affect the black population and Dominicans of Haitian descent will be in contradiction with what is expected of the objectives of the Decade and the Agenda 2030 itself that from these spaces is promoted.

A true homage implies to stop persecuting young blacks from the barrios for suspicious profiles, stopping the policy of denationalization that the State is executing today, to prevent children from being born stateless due to the denial of the recognition of their Dominican nationality.

If this event is a sign of the interest of the State and this government in promoting the objectives of the Decade and the 2030 Agenda, this event cannot end without a firm commitment to promote an agenda to eradicate the discrimination and social exclusion of Afro-Dominicans and Dominicans of Haitian descent that has been imposed to this date.

A true homage must imply that the Dominican State adopt the necessary measures to reduce the existing levels of inequality affecting Dominicans of Haitian descent by creating the necessary mechanisms for the access and enjoyment of nationality and documentation in an effective manner:

-Create a legal framework against all forms of discrimination, in virtue of Article 39 of the current Constitution, which also includes legal consequences for all those who deliberately commit the crime of discrimination.

-Recognize the right to effective Dominican nationality for all persons born in the country before January 26, 2010, without any restriction.

-That sentence 168-13 of the Dominican Constitutional Court no longer produces effects on persons born in Dominican territory and that the State stops implementing discriminatory policies that contravene its own Constitution.

-That the government suspends the deportation of pregnant and undocumented black women, as well as undocumented Dominicans of Haitian descent, children, and elderly people.

-That the representatives of the international organizations here today demand that the Dominican State respect the right to Dominican nationality of the persons deprived of it by sentence 168-13.

-That the Dominican State takes pertinent measures to cease the massive deportations of Haitian immigrants and the separation of family members, in addition to refraining from banishing from the country Dominican persons of Haitian descent, whether they have identity documents or not.

It is the moment to make the speeches count. Let us take advantage of the moment and make effective the power conferred so that the changes become a reality. We cannot promote a speech contradicted by policies that lacerate the deepest part of human dignity.

We still have time. Let us make “the change” a reality that does not exclude or discriminate against anyone.

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