Carta Pública/Open Letter to Ndaba Mandela, nieto de Nelson Mandela de visita en RD

 

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8 de diciembre del 2023

Señor: Ndaba Thembekile Zweliyajika Mandela

Distinguido señor:

Desde el Movimiento Afro en la tierra por donde comenzó la esclavitud en América, y en la que tantos africanos y africanas pelearon contra los blancos colonialistas para ganar la libertad, nos hubiera gustado darle la bienvenida a República Dominicana, nos hubiera gustado expresarle, en la intimidad de un diálogo entre afros,  que estás siendo utilizado por las políticas de relaciones públicas de un gobierno racista que viola los derechos humanos todos los días a afrosdescendientes tanto nacidos en República Dominicana como nacidos en la República de Haití.

Este Estado racista que le invita a conversar sobre los Derechos Humanos, hace 10 años, mientras enviaba una nota diplomática de condolencias por el fallecimiento del luchador antiracista y anti apartheid, Nelson Mandela, evacuó una Sentencia racista, la 168-13 retroactiva al 1929, que provocó un apartheid, al quitarle la nacionalidad a casi medio millón de dominicanos de ascendencia haitiana, por ser negros y negras, y hoy viven en apatridia.

El Gobierno de Luis Abinader cerró la oficina que debió medianamente corregir la violación de la negación de la nacionalidad, a través de la ley 169-14 que permite la nacionalización a través de un proceso legal, agregando el Gobierno, con una política no menos racista, con la Dirección General de Migración, perseguir inhumanamente a personas negras para deportarlas hacia Haití. Las expulsiones de haitianos, haitianas y hasta de dominicanos se hacen en un proceso que no toma en cuanta los protocolos internacionales de deportación, el respeto a los Derechos Humanos, y los trasladan en camiones no aptos para seres humanos. Estas son violaciones que no importando denuncias, ocurren sin que el gobierno ponga ningún correctivo.

Cada día se denuncia la separación de las familias haitianas en el país, madres que son apresadas por Migración y dejan a sus hijos en las calles. O el caso inverso, niños y niñas, escolares que van o salen de la escuelas han sido apresados y expulsados hacia Haití, sólos, sin familiares adultos.

Ndaba nos hubiera gustado mostrarle videos, fotos, de cómo luego de que el presidente Luis Abinader ordenara que no se atendieran a las mujeres haitianas embarazadas en los hospitales públicos, éstas han tenido que parir hasta en las calles, frente a los hospitales donde les han negado parir.

Nos hubiera gustado mostrarle imágenes de la gendarmería de Migración, entrar a los hospitales públicos para perseguir y apresar a mujeres negras que acudieron a atenderse por el embarazo o llevando a sus hijos e hijas para chequeos médicos o emergencias.

Nos hubiera gustado mostrarle el horror que sufren familias negras en las comunidades de exclusión, como en guetos, que aquí se les llaman bateyes, y cómo la gestapo de Migración en su labor de limpieza étnica que procura una  dominicanidad sin linaje haitiano, irrumpe de madrugada, rompe puertas, saca a personas negras de sus casas, las apresan, y las montan en los inhumanos camiones para expulsarlos hacia Haití, se le suman a estas violaciones de los Derechos Humanos, las denuncias de que les roban sus objetos personales de valor.

Nos hubiera gustado contarle cómo en RD un negro caminando en las calles puede sufrir una violación a sus Derechos Humanos, efectivos de Migración lo “acusan” de ser haitiano y con ese solo hecho pueden ocurrir situaciones en la que puede incluso perder la vida, como ha ocurrido en algunas ocasiones.

Señor Mandela, les hubiéramos hablado de los ataques fascistas que se reciben de grupos paramilitares que atacan activistas y actividades con la complicidad de la Policía Nacional y por más denuncias, la justicia dominicana impunemente nunca ha dicho nada.

Por décadas los ya ancianos trabajadores de la industria de la caña de azúcar le exigen su merecida pensión al Estado dominicano y la respuesta es la negativa y represión.

Ndaba Mandela, en estos momentos, cuando el gobierno racista de Luis Abinader ha construído incluso un muro del apartheid, como el de Israel contra Palestina, buscando separarnos más de la digna República de Haití, no hay una sola razón para venir a realizar conmemoraciones con una Institución Estatal, que ante tantas violaciones a los Derechos Humanos de afrodescendientes, nunca ha emitido una sola línea de denuncia, de defensa, de llamado al respeto a los Derechos Humanos de afrodescendientes, ya sean Dominicanos, como de nacionalidad Haitiana.

Creemos que su presencia en República Dominicana se desarrolla por las acciones de relaciones públicas de un Gobierno racista que pretende mostrarse ante el mundo como amigo, comprensivo, solidario con la lucha anti-racista y anti apartheid que su Abuelo Nelson, Winnie Mandela y toda su familia han enarbolado.

La política racista del gobierno de Abinader no ha podido ser ignorada ni por su gran aliado, el Gobierno de Estados Unidos, que en varias ocasiones han alertado a sus ciudadanos “en especial de piel oscura …tener cuidado sobre situaciones que pudieran enfrentar ante reforzamiento de operativos de la Dirección General de Migración (DGM)” [1].

Agregando “…que en los últimos meses los viajeros a la República Dominicana han reportado haber sido retrasados, detenidos o sujetos a un mayor interrogatorio en los puertos de entrada y en otros encuentros con funcionarios de inmigración basados en su color de piel¨.

A 10 años de la partida física del gran Nelson Mandela, en el que también se cumplieron 10 años del apartheid de ocasionó la Sentencia 168-13, reafirmamos que “Toda persona no importando la melanina en su piel tiene Derechos Humanos a ser respetados”.

En República Dominicana de mayoría Afrodescendiente, Por el color de la piel SE VIOLAN DERECHOS FUNDAMENTALES, TODOS LOS DÍAS.

Open Letter to Ndaba Mandela, Grandson of Nelson Mandela Visiting the Dominican Republic

Mr. Ndaba Thembekile Zweliyajika Mandela

Distinguished Sir:

From the Afro Movement in the land where chattel slavery in the Americas began, and where so many Africans fought against the white colonialists to gain freedom, we would have liked to welcome you to the Dominican Republic. We would have liked to convey, in the intimacy of a dialogue amongst kin, between Black people, that you are being used by the public relations team of a racist government that everyday violates the human rights of Afro-descendants both born in the Dominican Republic and in the Republic of Haiti.

In the context of discussing human rights, it is noteworthy to address the hypocrisy within the Dominican Republic, a nation that extended condolences a decade ago for the passing of the esteemed anti-racist and anti-apartheid freedom fighter, Nelson Mandela. However, it is crucial to acknowledge an unsettling development within this country – illuminated by the retroactive enforcement of ruling TC: 168-13 dating back to 1929. This racist ruling has tragically rendered nearly half a million Dominicans of Haitian descent stateless, solely for being Black and of Haitian heritage. This sweeping action not only stands in stark contrast to the principles of human rights but has also created a de facto apartheid state within the Dominican Republic.

The government of Luis Abinader closed the office that should have moderately corrected the violation of the denial of nationality through Law 169-14, which allows naturalization through a legal process. Additionally, the government, with a no less racist policy, inhumanely pursues Black individuals for deportation to Haiti through the General Directorate of Migration. Expulsions of Haitian men and women, and even Dominicans, occur in a process that disregards international deportation protocols, respect for human rights, and involves transportation in trucks unfit for human beings. These are violations that, regardless of complaints, occur without the government taking any corrective action.

Every day, the separation of Haitian families in the country is denounced; mothers are apprehended by immigration, and forced to leave their children on the streets. Or conversely, boys and girls, students who are going to or coming from school, have been detained and expelled to Haiti, alone, without adult relatives.

Ndaba, we would have liked to show you videos and photos of how, after President Luis Abinader ordered that pregnant Haitian women be denied access to healthcare in public hospitals, they have had to give birth even on the streets, in front of the hospitals that have refused them entry and care.

We would have liked to show you images of immigration law enforcement entering public hospitals to pursue and arrest black women who sought medical attention for pregnancy or brought their sons and daughters for medical check-ups or emergencies.

We would have liked to show you the horror that Black families suffer in segregated communities, such as ghettos, referred to here as ‘bateyes,’ and how the immigration gestapo, in its ethnic cleansing efforts to achieve a Dominican identity without Haitian lineage, bursts in at dawn, breaks doors, removes Black people from their homes, arrests them, and loads them onto inhumane trucks to expel them to Haiti. Added to these human rights violations are reports that they are robbed of their valuable personal belongings.

We would have liked to tell you how in the Dominican Republic, a Black person walking on the streets can suffer a violation of their human rights. Immigration officers ‘accuse’ them of being Haitian, and with that alone, situations can arise where they may even lose their life, as has happened on some occasions.

Mr. Mandela, we would have told you about the fascist attacks received from paramilitary groups that target activists and activities with the complicity of the National Police. Despite numerous complaints, the Dominican justice system has, with impunity, never said anything.

For decades, elderly workers in the sugar cane industry have been demanding their deserved pensions from the Dominican state, and the response is denial and repression.

Ndaba Mandela, at this moment, when the racist government of Luis Abinader has even built an apartheid wall, similar to Israel’s against Palestine, seeking to further separate us from the dignified Republic of Haiti, there is not a single reason to come and participate in commemorations with a State institution that, in the face of so many human rights violations against Afro-descendants, has never issued a single line of condemnation, defense, or a call for respect for the human rights of Afro-descendants, whether Dominican or Haitian nationals.

We believe that your presence in the Dominican Republic is orchestrated by the public relations actions of a racist government that seeks to present itself to the world as a friend, understanding, and supportive of the anti-racist and anti-apartheid struggle that your grandfather Nelson Mandela, Winnie Mandela, and your entire family have championed.

The racist policy of the Abinader government has not gone unnoticed, even by its great ally, the United States government, which has on several occasions warned its citizens, “especially those of dark skin… to be cautious about situations they may face in light of the enforcement operations by the General Directorate of Migration (DGM)[1].

Ten years after the physical departure of the great Nelson Mandela, during which also ten years have passed since the ruling TC: 168/13, also referred to as La Sentencia, that led to an apartheid state we reaffirm that “Every person, regardless of the melanin in their skin, has Human Rights to be respected.”

In the Dominican Republic, where the majority is of African descent, Due to skin color, FUNDAMENTAL RIGHTS ARE VIOLATED, EVERY DAY.

Sincerely,

Acción Afro-Dominicana

Movimiento Reconoci.do

Junta de Prietas

Mujeres Socio-Políticas Mamá Tingo

Aquelarre RD

Movimiento de Mujeres Domínico Haitianas -MUDHA-


[1] https://acento.com.do/actualidad/eeuu-alerta-a-sus-ciudadanos-de-piel-oscura-en-rd-tener-cuidado-por-operativos-dgm-9132845.html#:~:text=La%20embajada%20de%20los%20Estados,General%20de%20Migración%20(DGM).

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